A los 19 años, Teresa Perales era una joven llena de proyectos y practicante de karate, a la que una neuropatía privó de movilidad en las piernas. Los primeros meses fueron duros, obligada a mirar hacia arriba para hablar con todo el mundo, y sintiendo el peso de su bienintencionada compasión.
Pero un año después, se tiró por primera vez a una piscina. En el agua descubrió que no había diferencias de altura, que hablaba de igual a igual con otros nadadores. Y comenzó a competir.
Hoy, Teresa acumula 22 medallas de natación –la misma cifra que Michael Phelps- en los juegos paralímpicos.
Teresa se rebeló contra la etiqueta de la compasión y ha conseguido cambiarla por la admiración de todos. Es una historia de superación y pensamiento positivo con cientos de asistentes a su conferencia en la Fundación Mutua Madrileña.
El mensaje central de Teresa Perales es que todos llevamos un diamante dentro que sólo hay que pulir, que no hay nada imposible si tenemos objetivos y motivos claros.
Más info: www.fundacionmutua.es
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