No se puede superar al mentor y mucho menos cuestionar sus tesis; es una de las grandes lecciones que aprendió Nikola Tesla, padre de la corriente alterna, y discípulo de Thomas Alva Edison. El estadounidense acogió al inventor de origen serbio a instancias de la recomendación de Charles Batchelor, pero ante la brillantez de las ideas del alumno practicó con él lo que hoy llamaríamos acoso laboral, incumpliendo los acuerdos salariales y desprestigiando sus descubrimientos, pese a que las invenciones de Tesla estaban respaldadas por quien compraba sus patentes, la compañía Westinghouse. La campaña de propaganda del descubridor de la corriente continua hizo efecto: durante muchos años General Electric silenció al serbio, pero hoy día muchas de sus predicciones se han revelado acertadas. No sólo fue el precursor de la radio, sino que intuyó la transmisión inalámbrica de la información (en formatos sonoros y visuales) e incluso se anticipó a los efectos indeseados del mal uso de la energía. También su condición de emigrante de una zona tan conflictiva como los Balcanes ha hecho de Tesla un personaje controvertido, reivindicado por serbios y croatas a partes iguales, ya que aunque nació en una ciudad actualmente croata era de origen serbio.
Recomendamos el recorrido por la biografía del genio incomprendido de la electricidad, donde encontraréis desde piezas de microteatro sobre el inventor, hasta videoinstalaciones, aplicaciones, mesas redondas…pasando por un repaso a su impacto en la literatura. Todo eso y mucho más podréis encontrarlo en una exposición que permanecerá abierta en la Fundación Telefónica de Madrid hasta el próximo 15 de febrero. Una muestra que por coherencia con la mentalidad ecologista que ya preconizaba Tesla ha minimizado su huella medioambiental tanto en el diseño de su estructura como pensando en el futuro reciclaje. Por si queréis ir sintiendo unos primeros calambrazos, disfrutad con este divertido resumen en vídeo de la pelea histórica entre dos hombres que se adelantaron a su época: